domingo, 19 de junio de 2016



Se trata del tejido óseo compacto, el cuál se localiza fundamentalmente en la diáfisis de los huesos largos. Este tejido está formado por finas láminas de matriz calcificada, las cuáles se disponen en anillos concéntricos. Estas láminas están surcadas por lagunas, que se conectan a través de finos canales. Estas laminas forman una estructura cilíndrica denominada Sistema de Havers, por cuya parte central discurren vasos y nervios. El hueso compacto está constituido por conjuntos de sistemas de Havers, fuertemente unidos entre sí y conectados a través de vasos y nervios. El tejido óseo es un tejido vivo, bien vascularizado, ya que a éste llegan los nutrientes a través de canalículos, lo que les permite una gran reparación incluso tras haber sufrido grandes daños.

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